
Considerar la responsabilidad social en toda acción social/académica productora de memoria social. Toda puesta en escena de lo patrimonial, debiera ser una interpelación política y social, en respuesta a la responsabilidad social y comunitaria que su producción de conocimiento implica.
Corresponsabilidad solidaria, en la medida que se lograra institucionalizar el discurso y razonamiento permanente acerca de los problemas surgidos en cada ocasión, como práctica profesional y social.
Respeto y solidaridad con la sociedad cuyas producciones culturales son su objeto de estudio, procurando no arruinar lo que ha llegado hasta nuestros días.